SRI KRISHNA JANMASTAMI

Maharaja Parjanya era el rey más célebre de Vraja. Él tenía cinco hijos: Upananda, Abhinanda, Nanda, Sannanda y Nandana. Todos ellos eligieron a Nanda como el hijo más glorioso y el más capacitado para gobernar los vaqueros. Nanda era muy tímido, pero finalmente acepto.

A él se le dio la más gloriosa de las muchachas vaqueras como esposa. Pero, el tiempo pasó y no tuvieron hijos. Nanda estaba muy deseoso de tener un hijo. Todos los residentes de Vraja hicieron sacrificios y pidieron por él para que tuviera un hijo digno. Él debía tener un hijo glorioso para heredar el reino de tan ilustrado padre. Aun después de los yajnas, no hubo ningún resultado.

Nanda le dijo a su esposa que había visto en el regazo de ella a un hermoso muchacho oscuro con ojos inquietos tomando leche de su pecho. Yasoda respondió: “Si, yo he visto lo mismo, pero me sentía muy tímida para revelarlo”.

Ellos decidieron hacer votos por un año y después de esto, el Señor se les apareció en un sueño y les dijo que pronto iba a aparecer como hijo de ellos así como ya lo había hecho en vidas anteriores. Sin embargo, el niño no llegó Viéndolos a ellos muy infelices, una mujer santa apareció, una mística y astróloga llamada Paurnamasi. Ella predijo que Yasoda tendría un hijo esplendido, Krishna, quien derrotaría la maldad, estaría lleno de cualidades trascendentales y haría felices a todos.

Un corto tiempo después, Rohini llegó a Vraja. Ella estaba embarazada y fue enviada a ellos por la persecusión de Kamsa. Yasoda luego tuvo una visión. Ella vio un muchacho joven escondiéndose detras de una muchacha joven. El muchacho se situó en el corazón de Nanda mismo y después entró en el corazón de Yasoda. La muchacha a su vez entró en el vientre de Yasoda. Despues de despertar, Nanda le dijo a ella que él había tenido el mismo sueno; ambos estaban muy confundidos, pero muy felices. La noticia sobre el embarazo de Yasoda se difundió y todos estaban muy alegres. Entonces, Yogamaya extrajo al séptimo niño de Devaki de su vientre y lo trasladó al vientre de Rohini. Así, ella tuvo su hijo glorioso, quien se llamó Balarama.

Despues, en la noche más auspiciosa del octavo mes de Bhadra, un miércoles, con la constelación de Rohini en el yoga harsana, apareció Sri Krsna. Yogamaya también apareció como su hermana mayor. Todas las cosas maravillosas aparecieron, toda clase de flores brotaron. Toda clase de felicidad abarcó el universo y los semidioses fueron bendecidos.

Devaki tenía a la Suprema Personalidad de Dios en su vientre, quien fue transferido de la mente de Vasudeva a su corazón. Él apareció ante Vasudeva y Devaki como el Narayana de cuatro manos. Ella le había orado al Señor Narayana para que apareciera, temerosa del cruel Kamsa. Él lo hizo, y Vasudeva y y ella ofrecieron oraciones. Pero ella sentía temor por su hijo, debido a su afecto de madre.

Despues, Krishna tomó la forma de un niño de dos manos. Por arreglos de Yogamaya, todos los guardias se durmieron, todas las puertas de las celdas se abrieron y Vasudeva procedió a liberar a Krishna.

Yogamaya también hizo el arreglo para que Krishna ocupara el vientre de Yasoda, mientras que Su expansión se manifestó ante Vasudeva y Devaki. Yogamaya transportó a Krishna desde el vientre de Yasoda, lo colocó al lado de ella y cubrió a Yasoda de tal manera que ni pudo reconocer al niño. Después, ella se quedó al lado de Él como su hermana menor.
Gargamuni había predicho la aparición de Vraja-Kisora diciendo que Él algunas veces aparece como el hijo de Vasudeva y que aparece como amsa-bhagena (manifestaciones multiples).

Vasudeva entró en la oscuridad de la sala de maternidad de Yasoda, colocó a Krsna a su lado y tomó a Yogamaya con él.

Cuando todos los habitantes se despertaron por la potencia de Yogamaya, ellos pudieron ver a Krishna en el reflejo de sus corazones. Krishna ya se había manifestado y Yasoda quería llorar, pero el éxtasis no la dejó.
Krishna apareció más hermoso que un zafiro oscuro, Sus ojos desafiaban el esplendor de un Loto recién brotado, Su refulgencia era más grande que millones de soles, pero más fresco que incontables lunas.
Todos vinieron a ver al maravilloso recién nacido.

Sus mentes no podían aceptar que Él fuese un niño ordinario. ¿Era Él una guirnalda de lotos, un zafiro gigante o un semidiós? A medida que lo contemplaban, incapaces de retirar sus ojos de Su atónita belleza, Él comenzó a enrollar algunos de los encrespados mechones entre Sus pequeñas manos, del cual con un sólo dedo pudo levantar la formidable Govardhana, y movió Sus manos y piernas encarcelando las mentes de las gopis en Sus pasatiempos.
Aunque Sus actividades aparecieron externamente como ordinarias, ellas hicieron que todas las maravillas contenidas en los ilimitados universos parecieran insignificantes.

El nacimiento de Krishna está perfectamente descrito por Srila Prabhupada en el Srimad Bhagavatam, y transformó todo y a todos. El verano se volvió primavera y otoño simultáneamente, y las mejores cualidades del día y de la noche se manifestaron.

Los brahmanas se olvidaron de los demonios y sus disturbios. El nacimiento de Krishna no es un evento histórico. Él nace diariamente en nuestros corazones por pensar primero en Él y después por cantar Sus Santos Nombres. Por hacerlo, nosotros también cambiamos las situaciones en nuestras vidas. Los más oscuros momentos son llenados de luz y las más grandes tribulaciones son bienvenidas como retos.

Krishna esta siempre acompañado por Su energía interna, quien hace todos los arreglos para el placer del Señor.
Si nosotros invitamos a la energía interna, Hare, para llevar al Señor en nuestros corazones, como Ella hizo con Él para sacarlo del vientre Devaki y Yasoda, entonces yoga-kseman vahamy aham, Él nos dará todo lo que necesitemos.

Yo espero que todos ustedes estén bien.
Que Janmastami les otorgue el ímpetu de servir a Krishna más intensamente en todas sus vidas.

Su sirviente,
Guru Prasad Swami.