Vegetarianismo: Ser más compasivos
Una de las cosas que más llama la atención de ISKCON es su comida. Las personas afortunadas que han saboreado aquellos manjares que, tan amablemente, sus miembros sirven con amor. Lo que se puede apreciar a simple vista es que es alimento libre de cualquier tipo de carne animal (entiéndase vacuno, pollo, cordero, pescado, maricos, huevos, etc.). Esto tiene una razón fundamental: los seres humanos son vegetarianos por naturaleza. La palabra vegetariano, acuñada en 1842, procede del latín vegetus que significa completo, sano, fresco o vivaz, que finalmente son los cambios en el humor de una persona que deja de comer con la lengua, y comienza a alimentarse con el corazón. Podrán deducir que abarca más que solo cambiar una dieta, pues implica un aprendizaje filosófico, científico y moral. Estas son sólo algunas de las consecuencias de comer carne:
- Una gran cantidad de enfermedades provienen del consumo de carne, tales como arterioosclororisis , cáncer, enfermedades al corazón, entre muchas otras. Llegando al nivel de ser la 3º causa de muerte en los países más acaudalados.
- Debemos considerar que nuestro cuerpo no está capacitado para digerir la grasa animal (ácidos grasos tipo trans), pues solo puede asimilar la grasa vegetal (ácidos grasos tipo cis). Al no poder ser procesada el exceso de colesterol se acumula en las arterias haciéndolas mas rígidas, que a su vez produce un aumento en la presión sanguínea y por lo tanto se es mas propenso a sufrir enfermedades cardíacas.
- Nuestra naturaleza esta muy lejana de la de un carnívoro, ya que no poseemos las características morfológicas para generar tal nivel de digestión. Nuestro estómago debería producir un acido 10 veces mas potente para poder no solo desinfectar la carne de las posibles bacterias y otros agentes patógenos, sino también para poder realizar una más eficiente digestión. Por lo que nuestro cuerpo demora 4 horas en digerir la carne.
- Si tenemos la posibilidad de comparar el tracto digestivo de un herbívoro al de un carnívoro, podremos ver que existen diferencias importantísimas. Se verá que el tubo digestivo de los carnívoros son muchos mas cortos y con menos pliegues porque el proceso de la putrefacción de la carne es mucho más rápido, por lo tanto se debe eliminar rápidamente para no ingerir las toxinas resultantes de la degradación del alimento. El intestino de un carnívoro es 3 veces el tamaño de su cuerpo, pero en cambio, en los herbívoros encontramos que el intestino es 6 veces el largo de su cuerpo, al igual que el del ser humano.
- Argumentarán que no tenemos la capacidad de sintetizar la enzima “celulasa”, que es la que nos permitiría romper los enlaces β1-4 de la pared celular de los tejidos vegetales. Pero debemos aclarar que realmente no requerimos esta enzima, porque al cocinar los alimentos se rompe esta pared obteniendo así aquella inmensa fuente de azúcares.
- No nos olvidemos que la carne es un cadáver que se esta descomponiendo, por lo que se le inyectan preservantes (nitritos, nitratos y otros) que causan un estado similar a la intoxicación con dióxido de carbono, ya que estos reaccionan con el grupo hemo (fierro) de la hemoglobina, inactivándola. Además le agregan tranquilizantes, hormonas, antibióticos y otras 2700 drogas (estas actúan antes del nacimiento, durante toda la vida y luego de la muerte del animal) que al ser consumidas comienzan a actuar en nuestros cuerpos.
- Las proteínas siempre han sido de gran preocupación, pero en una dieta vegetariana se obtienen todos los 8 aminoácidos esenciales de diferentes granos, cereales, frutos secos o frutas (según el estudio del Instituto de Karolinska de Suecia y en el Max Planck de Alemania). De hecho históricamente los niveles de consumo de carne han aumentado en el último siglo casi un 500%, por lo que el general de las civilizaciones ha sido sustentadas, históricamente, principalmente o completamente por proteínas vegetales (según la Asociación Dietética Americana).
De esta manera existen otras consecuencias que dejamos fuera por razones prácticas. Estas abarcan tanto razones económicas, medio ambientales, en relación a la escasez, entre una variada gama de argumentos.

En el Bhagavad-Gita, Krishna nos informa que todas las entidades vivientes poseen alma; y esto puede ser distinguido con claridad por las características que poseen. Si nosotros poseemos alma, debemos dar ciertos indicios de nuestra calidad espiritual, por lo que si existen similitudes entre el humano y los animales, podremos decir analógicamente que ambos poseemos alma. Ellos duermen, nosotros dormimos. Ellos se defienden, nosotros también. Ellos sueñan, nosotros soñamos. Por lo tanto debemos afirmar que los animales también poseen una esencia espiritual. Tal vez dirán que no tienen inteligencia ni conciencia, pero es diferente no poseer conciencia a no poseer conciencia humana. Los animales son nuestros pequeños hermanos a los cuales debemos proteger. Cuando estamos ya al final del colegio y vemos los contenidos que nos presentaron en los cursos inferiores pensamos que son contenidos simples y nos reímos de lo mucho que nos complico en su momento; de la misma manera los animales están en un camino de evolución espiritual al igual que nosotros, van aprendiendo qué es la existencia. El Bhagavad-gita (2.13):
“Así como en este cuerpo el alma encarnada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, de la misma manera el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte. A la persona sensata no la confunde ese cambio.”
Vamos transmigrando de cuerpo en cuerpo que nos es asignado de acuerdo a nuestras acciones y nuestra mentalidad al momento de la muerte; si queremos disfrutar de nuestros sentidos, se nos da la oportunidad de hacerlo y obtenemos sentidos adecuados para el placer que queremos sentir. Entonces cuando nos encontremos con cualquier entidad viviente, pensemos en el camino que están llevando, que el aprendizaje esta en cierto peldaño de la escalera que llega a la perfección.
¿Pero si las plantas tienen conciencia y alma, no es lo mismo que matar a un animal? De hecho muchos de los alimentos vegetarianos no comprometen la vida del vegetal, pues normalmente son los frutos de la planta, no ésta en sí. Pero también en los casos en que se quita la vida a las plantas, el sufrimiento que se ocasiona es muy inferior al de matar a un animal, pues el sistema nervioso de las plantas está mucho menos desarrollado. Está claro que hay una gran diferencia entre arrancar una zanahoria de la tierra y matar un cordero. No obstante, también al matar plantas se tienen que sufrir reacciones kármicas. Por lo tanto no debemos conformarnos con solo ser vegetarianos, sino que debemos ofrecerlo a Krishna como una ofrenda. De tal manera que, al nosotros actuar bajo su dirección Él es quien lleva la responsabilidad de ese karma, surge un vegetarianismo espiritual. Esa comida santificada, que recibe el nombre de prasadam, y mediante este tipo de alimentación el ser humano está protegido de las reacciones kármicas e impulsa su progreso espiritual. En el Bhagavad-Gita se afirma:
«Los devotos de Krishna se liberan de todo pecado porque comen alimentos que primero se han ofrecido en sacrificio. Los demás, que comen sólo por su propio placer, en verdad comen solamente pecado»

Consideremos que para nosotros es natural comer vegetales, imaginémonos que estamos en una reunión familiar junto a todos los niños, hermanas y madres. ¿Nos dispondríamos a matar a un cordero frente a todos ellos? Imposible porque naturalmente rechazamos esos actos, pero en cambio ¿que pasa si arrancamos una lechuga, o destrozamos a un tomate? Nada, nos sale de lo más íntimo de nuestros corazones la naturaleza vegetariana, solo que empujamos a nuestros cuerpos bencineros a funcionar con petróleo, hasta el punto de que nos creemos petroleros. Somos lo que comemos, si comemos con dolor seremos torturadores, si comemos con amor seremos amantes. Por lo tanto, si queremos enaltecer nuestras virtudes debemos trabajar constantemente por ello y esa dedicación nos desarrollara un gusto superior.
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