LA BODA DE HANUMAN
Muchas personas se sorprenden al saber que Sri Hanuman, el dios mono, tiene una esposa. Aquél que conoce su historia y tradición sabe que Hanuman es sadabrahmachari, el célibe perfecto. Jamás miró con lujuria a mujer alguna. Hanuman tiene todos sus sentidos bajo control, toda su fuerza y poder están concentrados en el Señor Rama ¿Cómo es posible entonces que tomara esposa?
El Parasara Samhita nos da la respuesta. El guru de Hanuman fue Surya, el dios del sol, con quien viajó en su carro por años para completar sus estudios. Hanuman fue un estudiante modelo, y cuando llegó el momento de que maestro y discípulo se separaran, Hanuman le preguntó qué podía darle como dakshina. Es costumbre en la India cuando un discípulo se va de su maestro, hacerle una ofrenda llamada dakshina en pago por su enseñanza y por gratitud.
Una hija le acababa de nacer a Surya a la que llamó Suvarchala. Había nacido de su refulgencia, y su brillo y energía eran tan poderosos, que el mundo sería incapaz de soportar su carga. Surya le dijo a Hanuman: “esto es lo que quiero como dakshina; cásate con mi hija Suvarchala”. Hanuman no quería romper su celibato, ya que para él era un voto de por vida. Surya le dijo: “Este matrimonio es un vishvakalyanam, un matrimonio por el bien de la humanidad. El brillo de mi hija es insoportable para el mundo, pero casada contigo se apaciguará y su energía se mantendrá bajo control. Te concedo que aun después de casado, podrás seguir siendo brahmachari, manteniendo tu celibato”. Así, Hanuman accedió y se casó con Suvarchala por el bien de la humanidad.

Este pasatiempo nos revela las descomunales energías que se despliegan en la vida espiritual. En la práctica del Yoga, el prana, la energía vital, venida del sol, comienza a fluir ininterrumpidamente, y se hace necesario el autocontrol y el discenimiento, cualidades que Hanuman encarna, para su correcta gestión y canalización en la búsqueda de Dios.
Shloka:
Pranavaūñ Pavana-kumāra Khala Bana Pāvaka jñana-ghana
Jāsu Hṛdaya Āgāra Basahin Rāma Sara Cāpa Dhara
Ofrezco mis postraciones ante el hijo del viento, Hanuman, quien es como fuego para el bosque de los demonios, quien es una nube cargada de sabiduría. En el templo de su corazón reside Sri Rama, portando Su arco y flechas.