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Simplicidad: un concepto no tan simple

Para un aspirante a devoto del Señor Krishna, ¿qué significa vivir una vida sencilla?
Por Vishakha Devi Dasi
Los devotos del Señor Krishna difieren de los no devotos al describir la esencia de la vida sencilla.

Srila Prabhupada animó a sus seguidores a adherirse a los principios de una vida sencilla y un pensamiento elevado, y él mismo ejemplificó esos principios. La gente puede asociar la vida sencilla con el minimalismo, un movimiento actual que nos anima a evitar el coleccionismo excesivo y el consumo ostentoso. Se ha demostrado que el minimalismo da como resultado una vida menos agitada y desordenada, con menos estrés, menor presión arterial, mejor sueño y, en general, una mejor salud. Estos beneficios perceptibles y profundos, sin embargo, son sólo algunos efectos secundarios de lo que Srila Prabhupada llamó una vida sencilla. Para él, la vida sencilla era mucho más que eso, porque estaba indisolublemente ligada al pensamiento elevado, que incluye, entre otras características, la aceptación de la identidad espiritual de todos los seres, la supremacía de Dios y el objetivo de intentar reconectarse con Dios a través de servicio desinteresado y dedicado.

Una persona que practica el pensamiento elevado ve más allá de todas las coberturas corporales y prejuicios mentales hacia la esencia espiritual, el  atma , en su interior. En palabras de Sri Krishna: “Los humildes sabios, en virtud del verdadero conocimiento, ven con la misma visión a un  brahmana erudito y gentil , a una vaca, a un elefante, a un perro y a un comedor de perros [paria]”. (Gita 5.18) Si bien no es ingenuo ni tonto, esa persona es confiable y digna de confianza y un amigo amable para todos.

El pensamiento elevado conduce a una satisfacción interior que a su vez fomenta una simplicidad sublime. Una persona que vive con sencillez y piensa en alto permanece firmemente enfocada en una meta que vale la pena. Nuevamente en palabras de Sri Krishna: “Aquellos que están en este camino tienen un propósito resuelto y su objetivo es uno”. (Gita 2.41) Este enfoque protege a la persona sencilla y reflexiva de distracciones y desvíos tangenciales y triviales que desperdician energía, tiempo y la vida misma. La persona con una conciencia tan enfocada es alegre.

Una vida sencilla y un pensamiento elevado pueden revolucionar nuestras vidas. Al guiarnos más allá de los omnipresentes cimientos de la lujuria y la avaricia sobre los que se basa nuestra civilización actual, estos dos principios (vida sencilla, pensamiento elevado) crean un choque cultural: nos obligan a ser conscientes de lo que es realmente necesario y de lo que es superfluo. Y, para nuestra vergüenza, descubrimos que mucho de lo que pensábamos que era necesario es en realidad superfluo.

Srila Prabhupada escribe: “Vive una vida muy sencilla, manteniendo simplemente el cuerpo y el alma juntos. Ciertamente uno necesita algunos medios de vida, y de acuerdo con su varna [ocupación] y ashrama [orden de vida espiritual], estos medios de vida están prescritos en los shastras [escrituras]. Uno debería estar satisfecho con esto. Por lo tanto, en lugar de anhelar más y más dinero, un devoto sincero del Señor trata de inventar algunas formas de ganarse el sustento, y cuando lo hace, Krishna lo ayuda”. ( Bhagavatam  7.14.5, Significado)

Esta conciencia gozosa y enfocada proviene no sólo del cumplimiento del deber social sino también, y especialmente, del desarrollo de la atracción hacia la Persona Suprema. La reina Kunti dice: “Oh Señor de Madhu [Krishna], así como el Ganges siempre fluye hacia el mar sin obstáculos, deja que mi atracción sea constantemente atraída hacia Ti sin desviarse hacia nadie más”. ( Bhagavatam  1.8.42) Srila Prabhupada explica: “Esta devoción pura es la meta última de la vida. Nuestra atención generalmente se desvía hacia el servicio de algo que no es santo o no está en el programa del Señor. Cuando el programa se cambia hacia el servicio del Señor, es decir, cuando los sentidos se purifican en relación con el servicio del Señor, se le llama servicio devocional puro y puro. Srimati Kuntidevi quería esa perfección y oró por ella al Señor”. ( Bhagavatam  1.8.42, Significado)

El ejemplo de Srila Prabhupada

Los devotos del movimiento Hare Krishna llevan consigo una historia que les da una sensación de vida sencilla, pensamiento elevado y una apreciación del valor del servicio devocional puro y puro: esa es la historia de Srila Prabhupada. Al venir al mundo occidental prácticamente sin posesiones, dinero o contactos, y dando gratuitamente el invaluable regalo del conocimiento trascendente, así como un proceso práctico para alcanzar la meta de ese conocimiento, Srila Prabhupada ejemplificó una vida sencilla y un pensamiento elevado.

La notable historia de Srila Prabhupada da a sus seguidores un sentido de familia, un reconocimiento de la presencia bondadosa de Krishna, una apreciación de Sus misteriosos caminos. A través de esta historia única, sus seguidores comparten un vínculo común, con valores, objetivos y afecto mutuos compartidos. E inspirados por las cualidades y el carácter de Srila Prabhupada, así como por sus enseñanzas sísmicas, los seguidores de Srila Prabhupada se esfuerzan por pensar en alto y ser más simples interna y externamente.

Este tipo de simplicidad es mucho más que minimalismo; significa liberarnos del gobierno férreo de la conciencia corporal; significa renunciar a los anhelos, incluidos los de honor, respeto y prestigio; significa decir no a las opciones impías; significa permanecer satisfecho con lo que tenemos; significa, a pesar de todo, permanecer espiritualmente decidido en su propósito, tal como lo hizo Srila Prabhupada; significa saborear el éxtasis de nuestra propia insignificancia.

Sobre los principios de una vida sencilla y un pensamiento elevado, Srila Prabhupada nos dio una visión del mundo que podemos construir juntos. Estos principios no tratan sólo de hacer lo correcto, sino que también son un marco moral mediante el cual ver el mundo y navegar en él sin verse afectado por él. La vida sencilla y el pensamiento elevado son una forma de comprender nuestras luchas y nuestro viaje.

Nuestra conciencia es lo más importante

Uno esperaría que fuera fácil de entender y aplicar los principios de una vida sencilla y un pensamiento elevado a nuestras vidas. Pero esto no siempre es así. Por ejemplo, por un lado Srila Prabhupada escribe: “Un devoto no debe vivir de manera muy magnífica e imitar a una persona materialista. Se recomienda al devoto una vida sencilla y pensamientos elevados. Debe aceptar sólo lo que necesite para mantener el cuerpo material en condiciones de ejecutar el servicio devocional”. ( Bhagavatam  4.22.24, Significado) Ciertamente, la mayoría de los devotos ejemplares de Sri Krishna siguen esta directiva: viven con sencillez, se visten con sencillez, comen con sencillez y se comportan con sencillez. Pero escuchamos de devotos muy avanzados que vivían de manera diferente. En última instancia, la simplicidad no se trata de la cantidad de posesiones y responsabilidades que tenemos o no tenemos; se trata de nuestra conciencia. Y lo externo puede desmentir nuestra conciencia.

El Sri Chaitanya-bhagavata (Madhya-khanda  7.47-121, resumido aquí) relata un episodio instructivo a este respecto. Mukunda Datta y Gadadhara Pandita fueron colaboradores cercanos y amigos de la infancia de Sri Chaitanya Mahaprabhu. Cuando Mukunda escuchó que Pundarika Vidyanidhi, a quien él conocía pero no Gadadhara, estaba de visita en su ciudad, Mukunda llevó a Gadadhara a conocer a Pundarika, a quien Mukunda elogió como un devoto excepcionalmente avanzado. Pero cuando visitaron Pundarika, lo que vio Gadadhara lo sorprendió.

“Pundarika Vidyanidhi parecía ser un príncipe glorioso. Estaba sentado en una espléndida silla roja decorada con latón. La silla era hermosa, con una tela fina y espléndida y elegantes cojines en los cuatro lados. Sobre él había tres espléndidos pabellones. Había cinco o siete cántaros de bronce, grandes y pequeños. Había excelentes nueces de betel en una espléndida bandeja de latón. A ambos lados había espléndidas escupideras. Mirando a Gadadhara Pandita y masticando nueces de betel, él [Pundarika Vidyanidhi] sonrió. En todo momento dos hombres lo abanicaban con abanicos de plumas de pavo real. . . . Aunque en verdad era un vaisnava exaltado, externamente parecía un materialista. Comía manjares opulentos y vestía ropas opulentas, y su cabello estaba ungido con opulentas fragancias”.

Pundarika luego escuchó a Mukunda recitar un verso del  Bhagavatam  sobre cómo la despiadada diablesa Putana comía bebés y estaba planeando matar al niño Krishna amamantándolo con su pecho untado con veneno, pero a pesar de esto, Putana se acercó a Krishna como madre y le ofreció su leche materna, Sri Krishna le dio el puesto de ser Su madre en el mundo espiritual. El verso implica que sólo un tonto ignorante no adoraría al Señor Krishna, quien concede tal misericordia.

Al escuchar este verso, Pundarika Vidyanidhi comenzó a llorar y a exhibir las abrumadoras emociones extáticas de un devoto que posee los niveles más elevados de amor por Krishna. Gadadhara fue testigo de esta transformación y se llenó de asombro.

“Al ver a Pundarika Vidyanidhi vestido como un materialista”, dijo, “pensé: ‘Es un vaisnava apegado a los placeres de los sentidos’. . . . He cometido una ofensa a Pundarika Vidyanidhi. Pero si me convierto en su discípulo, él perdonará mi ofensa”.

Cuando a Sri Chaitanya Mahaprabhu le contaron el deseo de Gadadhara Pandita, Él lo aprobó.

Cuando Pundarika Vidyanidhi comprendió que Gadadhara deseaba ser su discípulo, sonrió y dijo: “El destino ha puesto ante mí una gran joya. No tengo dudas. Después de muchos nacimientos, me he vuelto afortunado de encontrar un discípulo así”.

La verdadera simplicidad es un corazón completamente dedicado a Sri Krishna. Sin embargo, hasta que alcancemos ese estado exaltado, la simplicidad significa que cualquier situación en la que nos encontremos, pensamos y actuamos para el placer del guru y de Krishna, aprendemos de esa situación, dependemos de Krishna y nos esforzamos por avanzar espiritualmente. Esta conciencia es una vida sencilla y un pensamiento elevado, y gradualmente nos capacitará para regresar al hogar, de regreso a Dios.

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