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EL ORIGEN DEL UNIVERSO – UNA VISIÓN ESPIRITUAL

Por: Roy Ramananda das

La teoría científica más aceptada del origen el universo, es sin duda, la teoría del Big Bang.

En cosmología, se entiende por Big Bang o Gran Explosión en español​ (término proveniente del astrofísico Fred Hoyle, llamado originalmente como Átomo primigenio o Huevo cósmico por el astrofísico y sacerdote Georges Lemaître) al principio del universo, es decir, el punto inicial en el que se formó la materia, el espacio y el tiempo. De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, el Big Bang tuvo lugar hace unos 13 800 millones de años. El modelo estándar no trata de explicar la causa de este hecho en sí, sino la evolución del universo temprano en un rango temporal que abarca desde un tiempo de Planck (aprox. 10−43 segundos) después del Big Bang hasta entre 300 000 y 400 000 años más tarde, cuando ya se empezaban a formar átomos estables y el universo se hizo transparente.​ Una amplia gama de evidencia empírica favorecía fuertemente al Big Bang, y fue esencial y universalmente aceptado.

Actualmente, estas mediciones y, por consiguiente, toda la teoría, ha sido puesta en duda; debido a la nueva información proporcionada por el telescopio espacial James Webb.

En el mes de agosto de 2022, los cosmólogos, astrónomos y astrofísicos, se quedaron estupefactos ante la evidencia del suceso que las nuevas imágenes estaban demostrando. El telescopio Webb estaba enviando imágenes de lo más profundo del universo, donde aparecen galaxias que según la teoría no deberían estar ahí. Por tanto, actualmente ha surgido, en la comunidad científica, la sombra de si el modelo universalmente aceptado estaba equivocado o, en todo caso, parcialmente errado.

La explicación es la siguiente: A la distancia de 13 500 millones de años luz, nos encontramos a poco tiempo después del teórico fenómeno del Big Bang o el nacimiento del universo según la ciencia moderna. Por consiguiente, las galaxias están todavía en una etapa formativa, son como bolas de algodón que en su interior el gas primitivo de hidrógeno y helio, o hidruro de helio, está formando las nuevas estrellas. Pero lo que muestran las imágenes recibidas del telescopio, que ya han sido verificadas y no hay error, corresponden a galaxias maduras, tal como la Vía láctea o Andrómeda, es decir galaxias en espiral, que se sabe, han tenido que pasar por muchos miles de millones de años de existencia para tener la forma que tienen.

Por consiguiente, la teoría va perdiendo peso, el nuevo descubrimiento no la desmiente totalmente, pero obliga a los físicos teóricos y científicos en general, a replantear la teoría de la Gran Explosión.

En uno de esos nuevos planteamientos, algunos científicos inmediatamente han tratado de resolver el enigma; indicando que tal vez el universo es cíclico, es decir, se expande y se contrae regularmente, o sufre una especie de regresión y nuevamente vuelve a poblar el espacio vacío o materia oscura. Y, por lo tanto, se teoriza, que luego de un ciclo, quedan evidencias visibles de este suceso cósmico.

Otro replanteamiento de la teoría del Big Bang, sugeriría que las galaxias observadas a esa distancia podrían ser el reflejo de otros universos paralelos al nuestro. Ya que la teoría del multiverso, que ha cobrado muchos adeptos en los últimos años, explicaría de manera casi categórica el fenómeno observado por el telescopio James Webb.

En todo caso, nos encontramos ante una verdad innegable: la teoría de la Gran Explosión, tal como había sido planteada, va a tener que ser reformulada nuevamente. No parece ser que sea descartada totalmente, debido a la evidencia de diferentes fenómenos cósmicos, tales como el efecto Doppler del corrimiento al color rojo en el espectro lumínico de las galaxias más lejanas. Y la evidente (o tal vez aparente) expansión del universo, ley de Hubble; que se sabe, en todas las regiones del cosmos los telescopios han estado observando. Pero se espera una nueva comprensión teórica del nacimiento del Universo que tuvo como fundamento una teoría a todas luces imperfecta y refutada.

Se afirma que el método científico está limitado a comprobar solo aquello que no es subjetivo o de carácter personal. Es decir, se excluye todo aquello que no es comprobable por el método científico. https://concepto.de/metodo-cientifico/#:~:text=El%20m%C3%A9todo%20cient%C3%ADfico%20es%20un%20proceso%20que%20tiene,de%20la%20comprobaci%C3%B3n%20emp%C3%ADrica%20de%20fen%C3%B3menos%20y%20hechos Para la comprensión del nacimiento del universo, la ciencia no tiene ninguna prueba consistente de la causa y origen del universo, o una certeza que podría dar luces sobre su nacimiento y desarrollo. Se requiere ir más allá de la ciencia para comprenderlo.

Una alternativa para resolver esta incógnita es buscar la manera de adquirir conocimiento más allá del procedimiento o método científico.  Cabe recurrir a la filosofía (philos, amor; sofos, sabiduría) entendida ampliamente, como el conocimiento que se puede adquirir a través del intelecto humano -con los grandes pensadores de la historia- o a través de las escrituras mayormente ya reconocidas como sagradas. La lista de libros sagrados es enorme, los más conocidos son: Biblia, Corán, Torá, Talmud, Upanishad, Vedas, Cánones del Budismo, Libro de Mormón, Tipitaka, Rig Veda, Mahabharata, Bhagavad Gita, Kojiki, Zend Avesta, etc. Cada una con su particular explicación del origen del universo, pero todas con una idea en común, la de que hay un creador, un ser inteligente que es el causante de todo lo que existe; y que lo llamamos Dios.

Según reputados filólogos y hermenéuticos https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-descubrimiento-del-sanscrito-tradicion-y-novedad-en-la-linguistica-europea–0/html/b6056e55-f414-4fa2-b7b4-04a3f6621f5a_2.html#:~:text=El%20%C2%ABgiro%20del%20s%C3%A1nscrito%C2%BB,y%20comparada%20del%20siglo%20XIX , el idioma de más alto nivel de la antigüedad es el sánscrito. Hace al menos 5000 años, aparecieron las primeras escrituras llamadas Vedas (conocimiento), que consta de cientos de obras, algunas de más de 18 mil versos.  Una de esas obras es el Srimad Bhagavatam, conocido también como “La crema de los Vedas”. En este se explica entre otros temas y de manera muy científica los pormenores del origen del universo, su creación, historia, causa; y da una explicación de tales sucesos y conceptos de una manera extraordinaria, con erudición y claridad de pensamiento.

Según el Srimad Bhagavatam la creación material es cíclica. Afirma que existen infinidad de universos, todos de distinto tamaño, duración y leyes físicas propias. Universos que después de eones de tiempo se disuelven completamente y dejan de existir durante la misma cantidad de tiempo en que transcurrió su existencia.

En medio de esa creación y destrucción total del universo, existen ciclos de creación y destrucción parcial donde no todo desaparece. A cada uno de esos ciclos se le conoce como un día de Brahma, cada día de Brahma equivale a 72 ciclos de Yugas. Existen 4 yugas o eras, todas ellas con una duración total de más de cuatro millones de años. Actualmente estamos en la cuarta era, la más corta, llamada la era de Kali, o Kali yuga de 400 000 años de duración. Era que se caracteriza por una disminución radical de los valores humanos, llamada era de la riña y la hipocresía o edad de hierro.

El Srimad Bhagavatam, también explica que Brahma vive 100 días y 100 noches antes de la devastación total; entonces, sería perfectamente razonable, ver que esta información es compatible con la nueva teoría científica de un universo cíclico, y podría coincidir perfectamente con el tiempo más o menos transcurrido desde el Big Bang, teoría que ahora debe ser reinterpretada. En otras palabras, las galaxias que aparecen en la imagen del telescopio James Webb, que no deberían estar ahí, muy bien podrían ser galaxias que no fueron devastadas en un ciclo anterior a un día de Brahama. Eso es perfectamente probable.

En todo caso, la información que aporta el conocimiento védico, con respecto a la creación, nacimiento y desarrollo del universo, es parte de un conocimiento mucho más profundo, que nos habla de una inteligencia superior, creadora; una Persona Suprema, la Verdad Absoluta, la causa de todas las causas, el origen de todo lo que existe tanto material como inmaterial.

Se dice de la Persona Suprema:

(Śrī brahma-saṁhitā 5.1)

īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥsac-cid-ānanda-vigrahaḥanādir ādir govindaḥsarva-kāraṇa-kāraṇam

“Kṛṣṇa, conocido como Govinda, es la Divinidad Suprema. Él tiene un cuerpo espiritual eternamente bienaventurado. Él es el origen de todo. Él no tiene otro origen y Él es la causa primera de todas las causas”.

El Srimad Bhagavatam nos habla también de una realidad espiritual más allá del mundo fenoménico y la describe con total claridad y detalle. En resumen, el mundo material, todos los universos materiales, no son más que una pequeña parte del todo; son el reflejo distorsionado o degradado de una realidad superior que es descrita como el mundo espiritual, donde todo es eterno, lleno de conocimiento y bienaventuranza.

Comprender a cabalidad el mensaje de los Vedas, en general; y en especial, el del Srimad Bhagavatam, requiere de un estudiante o lector sincero que esté abierto a aceptar ese conocimiento; con la grata opción de poder cuestionar y preguntar de manera lógica y razonable cualquier duda o pregunta que surja, ya que la fe ciega no es una opción. Para ello se recomienda recibir este conocimiento de una persona preparada y capacitada. Generalmente, es un maestro o gurú fidedigno, quien imparte este conocimiento y lo explica en detalle; además, el proceso de aprendizaje maestro – discípulo, conlleva a un plus de inteligencia para el neófito, ya que permite entender cada vez más, por la misericordia del maestro espiritual, un tema que cualquier persona ordinaria jamás podría comprender. Es un proceso milagroso que expande la conciencia de quien se entregue con sinceridad al estudio, asimilación y práctica del conocimiento espiritual.

Finalmente, Dios mismo afirma en el Bhagavad Gita 10:8

ahaṁ sarvasya prabhavo
mattaḥ sarvaṁ pravartate
iti matvā bhajante māṁ
budhā bhāva-samanvitāḥ

“Yo soy la fuente de todos los mundos materiales y espirituales. Todo emana de Mí. Los sabios que saben esto perfectamente, se dedican a Mi servicio devocional y Me adoran con todo su corazón”.

Tener conocimiento espiritual, no solo nos libra de la ignorancia y de la especulación, sino también nos lleva a comprender que somos almas espirituales eternas, atrapadas dentro de un cuerpo material, pasajero, mortal; y que nuestra razón de ser como especie humana es la de reconocer nuestra verdadera identidad espiritual y encontrar el camino de vuelta a casa, de vuelta a Dios, más allá de este universo material //.

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